La evolución de nuestro modelo educativo aporta nuevas dinámicas a los ambientes de aprendizaje, favoreciendo alternativas de interacción en la relación profesor-alumno, donde el estudiante asocia el desarrollo de las competencias básicas y ciudadanas con herramientas didácticas, lecto-escritoras, tecnológicas, flexibles y escalables que retan sus habilidades y destrezas en busca de analizar, crear, interpretar el mundo y resolver situaciones cotidianas de manera crítica para afrontar distintos ámbitos dentro de la sociedad y su entorno. El maestro a su vez fija los objetivos de aprendizaje y recibe el acompañamiento pedagógico desde la planeación, la evaluación continua, las rutas metodológicas, apoyado en entornos virtuales de gestión y enseñanza que le permitan a la comunidad educativa aportar calidad a sus resultados Académicos.